La antigua mansión de Donald Trump en Connecticut se vende por una suma récord de 31,5 millones de dólares.

La antigua mansión de Connecticut que perteneció a Donald Trump y su primera esposa, Ivana Trump, se vendió recientemente por una cifra récord de 31,5 millones de dólares. Esta histórica finca, construida en 1939, es una de las propiedades costeras más importantes de Greenwich, con 5,8 acres de terreno y más de 750 pies de costa a lo largo del estrecho de Long Island. Ubicada en la prestigiosa Indian Harbor Association, la mansión ofrece una combinación única de lujo, privacidad y proximidad al centro de Greenwich, lo que la convierte en una de las propiedades más exclusivas de la zona.

Ubicada en una pintoresca península que sobresale hacia Long Island Sound, la elegante mansión de estilo renacentista georgiano, que ahora cuenta con un total de 11 habitaciones y 15 baños.Una mansión con una rica historia: la vida de Trump con Ivana

Donald e Ivana Trump compraron esta gran propiedad a principios de los años 80, lo que marcó el comienzo de su vida familiar. La mansión se convirtió en la residencia principal de la pareja a medida que ampliaban su familia con tres hijos: Donald Jr., Ivanka y Eric. Durante este período, el imperio inmobiliario de Trump continuó creciendo, con desarrollos emblemáticos como la Torre Trump que ocuparon un lugar central. Esta casa se convirtió en un refugio para la familia y fue un reflejo de la creciente estatura social de los Trump, ya que regularmente albergaba eventos y reuniones de alto perfil.

Donald Trump y su primera esposa, Ivana Trump, en su mansión de Greenwich, Connecticut, en 1987.

Con sus 19.786 pies cuadrados de espacio habitable, la casa cuenta con 11 habitaciones, 15 baños y una gran cantidad de comodidades opulentas. El gran vestíbulo recibe a los huéspedes con techos altos, que conducen a espacios formales de diseño lujoso, que incluyen un comedor majestuoso y múltiples áreas de entretenimiento. Cada habitación de la casa ofrece vistas panorámicas del agua, lo que la convierte en una combinación perfecta de elegancia y encanto costero.

Esta mansión es una de las propiedades costeras más importantes de la historia de Greenwich.

Hitos importantes durante la estancia de Trump en esta propiedad Fue en esta propiedad donde Donald Trump e Ivana alimentaron su creciente imperio. Durante la década de 1980, el perfil público de Trump aumentó debido a sus acuerdos comerciales cada vez más destacados y sus frecuentes apariciones en los medios. Esta mansión fue un testimonio de su éxito y se convirtió en sinónimo de su marca de lujo y destreza inmobiliaria. La propiedad de Greenwich también fue el lugar de muchos momentos familiares importantes antes de la muy publicitada separación de la pareja en 1992.

Donald Trump y su primera esposa, Ivana Trump, en su mansión de Greenwich, Connecticut, en 1987.Propiedad y venta de Ivana Trump

Tras su divorcio, Ivana Trump recibió la propiedad como parte del acuerdo. Continuó viviendo en la mansión durante varios años antes de decidir venderla en 1998. En ese momento, puso la propiedad a la venta por aproximadamente 15 millones de dólares, pero el precio final de venta no se reveló de inmediato. La decisión de Ivana de desprenderse de la propiedad marcó el final de una era para la familia Trump en Greenwich.

La venta de la finca significó que Ivana dejó atrás su papel como socia comercial y ex esposa de Trump. El comprador que finalmente adquirió la mansión de Ivana quedó cautivado por la rica historia de la propiedad y su innegable grandeza. Esta transacción también contribuyó a la evolución del legado de la mansión, ya que sufrió una serie de transformaciones bajo el nuevo propietario.

Renovaciones y venta récord

En el año 2000, los nuevos propietarios emprendieron importantes renovaciones que modernizaron la finca, preservando al mismo tiempo su encanto histórico. Entre las actualizaciones se encontraba la incorporación de una piscina cubierta, una gran sala con techos altos de 6 metros y alojamiento privado para invitados, lo que convirtió a la mansión en una finca multigeneracional capaz de albergar grandes reuniones. Las renovaciones consolidaron aún más la reputación de la finca como una de las propiedades más solicitadas de Greenwich.

Más de 750 pies de frente de costa con impresionantes vistas al agua desde el amanecer hasta el atardecer.Las grandiosas áreas formales y espacios familiares recientemente renovados hasta los dormitorios con vistas al agua y al cielo.Una importante ampliación construida en el año 2000 cuenta con una lujosa piscina cubierta, una gran sala con techo con vigas de más de 20 pies y cómodas áreas para invitados con entradas privadas. Espectacular atractivo exterior con impresionantes jardines maduros, amplios patios delanteros y traseros planos, cancha de tenis, muelle de aguas profundas y una piscina magníficamente ubicada que brindan infinitas posibilidades de entretenimiento y disfrute.

La reciente venta de la propiedad por 31,5 millones de dólares establece un nuevo récord en el mercado inmobiliario de Connecticut, convirtiéndola en una de las casas más caras jamás vendidas en el estado. La combinación de su importancia histórica, su ubicación frente al mar y sus lujosas comodidades contribuyeron a su alto valor. La venta subraya el atractivo perdurable de las propiedades vinculadas a figuras de alto perfil como Donald Trump, cuya asociación con la mansión añade una capa de prestigio.

Ubicado en la exclusiva Indian Harbor Association, donde una caseta de entrada vigilada permite mayor privacidad y seguridad, pero la comodidad del centro de Greenwich está a solo unos minutos de distancia.Un legado de lujo

La antigua mansión de Donald Trump representa más que una vivienda lujosa; encarna un período de su vida marcado por el crecimiento personal y profesional. El opulento diseño de la mansión y sus amplios terrenos reflejan la imagen que Trump cultivó durante la década de 1980, una era definida por la ambición, el éxito y la búsqueda de la grandeza. Hoy en día, la propiedad sigue capturando la imaginación de compradores y admiradores por igual, y es un testimonio de una era pasada de lujo y trascendencia.

La venta de la mansión en 2024 completa el ciclo de su legendaria historia, desde ser la residencia de uno de los empresarios más reconocidos del mundo hasta convertirse en una propiedad inmobiliaria de récord en Greenwich. Su importancia en el legado de Trump y la eventual propiedad de Ivana agrega capas de intriga a la narrativa de la propiedad, lo que la convierte en una de las propiedades más fascinantes que han cambiado de manos en los últimos años.