Si bien Jurassic World Rebirth tiene como objetivo reiniciar la franquicia, la próxima salida ya repite dos de los mayores errores de la trilogía de Jurassic World. La trilogía original de Jurassic Park está lejos de ser perfecta, y hay una razón importante para ello. La adaptación del director Steven Spielberg de la novela de Michael Crichton es un horror de supervivencia autónomo que no necesariamente necesitaba una secuela, incluso si el legendario director fue convencido de regresar para la monótona continuación de 1997, The Lost World: Jurassic Park. El final de Jurassic Park une la historia en términos narrativos y temáticos y no deja mucho espacio para una continuación.
Como tal, las secuelas no podían centrarse en un parque temático invadido por dinosaurios sino en misiones de rescate y una segunda isla secreta. En 2015, Jurassic World evitó este problema centrándose en un parque temático nuevo, más grande y más exitoso. A diferencia de la atracción principal de la película original, Jurassic World estaba abierta al público. Esta versión más grande y tonta de la historia de la película original no fue perfecta, pero recuperó la estructura de Jurassic Park. Sin embargo, Jurassic World: Fallen Kingdom y particularmente Jurassic World: Dominion descarrilaron por completo esta historia. Estas secuelas liberan a los dinosaurios en el mundo humano, alterando irrevocablemente la premisa de la franquicia en el proceso.