De un puñado de páginas de Bram Stoker llega El último viaje de Deméter, una melancólica crónica de caza y matanza sobre el paso del Conde Drácula de Transilvania a Inglaterra. El director André Øvredal amplía un solo capítulo de la novela pionera de Stoker para imaginar cómo el vampiro titular alimentó su hambre en el mar.
Las anotaciones del diario sobre tripulantes desaparecidos se traducen en una pesadilla empapada de lluvia sobre la mala suerte de los marineros, cuellos abiertos y aislamiento empapado que juega con los puntos fuertes de Øvredal para contar historias. Es un retroceso a los horrores melancólicos, al estilo Hammer, con un temor tan espeso como la niebla sobre los páramos, y aunque el viaje no es adecuado para una duración de casi dos horas, todavía hay una muy buena adición a la historia de Drácula que se encuentra en las cubiertas poco iluminadas y la bodega de carga del Demeter.
Los escritores Bragi F. Schut, Stefan Ruzowitzky y Zak Olkewicz presentan a protagonistas como Clemens, graduado de Cambridge de Corey Hawkins, o Wojchek, el brusco y duro segundo compañero de David Dastmalchian, lo que nos ayuda a simpatizar con personajes que de otro modo serían carne de cañón sin rostro en el material original. Desde Liam Cunningham como el Capitán Eliot, un líder comprensivo que hace un último recorrido antes de jubilarse, hasta Aisling Franciosi como la misteriosa polizón Anna, el conjunto de Øvredal se siente como en casa temblando bajo una luz de luna sombría y sombría, petrificado por una figura desgarbada que acecha en las sombras.
El famoso actor de criaturas Javier Botet (It, Scary Stories to Tell in the Dark, Mama) da vida a “The Evil” (como se refieren a Drac sus involuntarios compañeros de barco) en una forma que recuerda a Nosferatu de F. W. Murnau y a la miniserie Salem’s Lot de Tobe Hooper. . El Drácula de Deméter es un vil chupasangre que ruega al público que se acobarde ante su presencia. Las características parecidas a las de un murciélago distancian a este vampiro de los tipos soñadores de Brad Pitt y Robert Pattinson, lo que resalta la naturaleza animal de la actuación de Botet.