Mantequilla de pera: una pasta para untar fácil, rápida y deliciosa

En el mundo de las cremas caseras, la mantequilla de pera ocupa un lugar especial. Es una deliciosa mezcla que captura la esencia de las peras en una crema suave, rica y aterciopelada. A diferencia de lo que sugiere su nombre, la mantequilla de pera no contiene mantequilla. En cambio, se la llama “mantequilla” debido a su textura suave y cremosa que se extiende sin esfuerzo sobre una tostada o una galleta caliente. Esta receta rápida y fácil te guiará en la preparación de una de las mejores cremas que hayas probado, perfecta para esas mañanas acogedoras o como un dulce añadido a tu merienda.

¿Por qué mantequilla de pera?

La mantequilla de pera es una forma maravillosa de aprovechar una gran cantidad de peras, especialmente cuando están en temporada y en su punto álgido de sabor. También es una alternativa más matizada a la mantequilla de manzana más común, que ofrece un sabor único que es a la vez reconfortante y sofisticado. El proceso de cocción lenta profundiza el sabor de las peras, mientras que las especias como la canela y la nuez moscada añaden una cualidad cálida y aromática.

Cómo hacer tu propia mantequilla de pera

Te alegrará saber que preparar mantequilla de pera es sorprendentemente sencillo, ya que requiere solo unos pocos ingredientes y un mínimo esfuerzo. A continuación, te indicamos cómo preparar esta deliciosa pasta para untar:

  1. Seleccione las peras: elija peras maduras y jugosas para obtener el mejor sabor. Cualquier variedad servirá, pero algunas de las mejores opciones son las Bartlett, Anjou o Bosc. Necesitará entre 4 y 5 libras de peras para preparar una buena cantidad de mantequilla de pera.
  2. Prepara las peras: lava bien las peras, quítales el corazón y pícalas. No es necesario pelarlas a menos que quieras una textura ultra suave, ya que la piel aporta sabor y nutrientes.
  3. Cocine las peras: coloque las peras picadas en una olla grande con un chorrito de agua o jugo de manzana para evitar que se peguen. Agregue azúcar al gusto, pero recuerde que el dulzor natural de las peras ya es bastante pronunciado. Sazone con canela, nuez moscada o cualquier otra especia que prefiera. Cocine a fuego lento, revolviendo de vez en cuando hasta que las peras estén blandas y la mezcla se haya espesado. Esto puede llevar varias horas, pero la espera vale la pena.
  4. Mezclar a la perfección: una vez que las peras se hayan cocinado y la mezcla esté espesa, use una licuadora de inmersión o una licuadora estándar para hacer puré la mezcla de peras hasta que quede suave.
  5. Conservar y disfrutar: Transfiera la mantequilla de pera a frascos esterilizados. Puede guardarse en el refrigerador hasta por dos semanas o congelarse para un almacenamiento más prolongado.

Sugerencias para servir

La mantequilla de pera es increíblemente versátil. Úntala sobre tostadas, mézclala con yogur, agrégala a los panqueques o incluso combínala con queso para preparar un refrigerio sofisticado. Su rico y concentrado sabor a pera también la convierte en un excelente complemento para productos horneados, ya que aporta un toque de dulzura y humedad.