Esta es una de esas películas que rezuma potencial como gran película de acción, pero que se ve decepcionada por el deseo de centrarse en los luchadores en lugar de los actores o la acción.
Elegido por fuerza sobre cerebro, personajes centrales como el tres veces campeón mundial de MMA Brody James (Josh Barnett) y el psicópata invicto Caesar Braga (Nathan Jones) tienen todos los músculos y habilidades de lucha que puedas desear, excepto las habilidades de actuación de un boxeador con botox.
Esta es la tercera película de Never Back Down de Chris Hauty, después de haber escrito también la película de lucha de la escuela secundaria original de 2008 y la secuela de MMA de 2011, de la cual esta película es una continuación.
Michael Jai White también regresa de la película anterior en el doble papel de director y estrella, y es una de las pocas virtudes salvadoras de la franquicia.
El campeón retirado Case Walker (White) está convencido de ir a Tailandia para entrenar a Brody James para su combate contra Caesar Braga por el equipo sin escrúpulos conocido como Primordial Fighting Championship (PFC). La historia resultante está poblada de luchadores duros que se comportan como matones aficionados de secundaria y mujeres exasperadas que aguantan a sus hombres. El enfrentamiento final, suponemos con bastante rapidez, será entre el superestudiante Case y el villano psicótico.
Hauty proporciona los elementos necesarios para una película de lucha atractiva, pero parece carecer de la habilidad para escribir diálogos decentes, aunque, para ser justos, la entrega exitosa de una línea también depende del actor. Hauty está muy decepcionado por el director de casting Nichapat Chalermchatvichan. Dicho esto, hay algunos momentos sorprendentemente divertidos en la película que ayudan a elevarla un poco por encima de la trama estereotipada.
Las secuencias de lucha están bien ejecutadas y los amantes de este género se sentirán inspirados por el músculo mostrado. Sin embargo, no hay nada aquí que haga de Never Back Down, No Surrender algo nuevo o refrescante. Obtienes lo que esperas, lo cual no es necesariamente malo para los espectadores poco exigentes, pero será decepcionante para cualquiera que espere un poco más de calidad y mucho más suspenso.