Las almendras son ricas en grasas buenas y antioxidantes que contribuyen a equilibrar la presión arterial, mantener estables los niveles de colesterol, proteger la salud del corazón y mantenerse en forma.
Proporciona antioxidantes
Las almendras tienen un alto contenido de antioxidantes, que ayudan a proteger contra el estrés oxidativo. El estrés oxidativo puede dañar las moléculas de las células, contribuyendo a la inflamación, el envejecimiento y aumentando el riesgo de cáncer. Los antioxidantes de las almendras se concentran principalmente en la capa marrón de la piel.
Apoya el control del azúcar en la sangre.
Las nueces son bajas en carbohidratos (carbohidratos) pero ricas en grasas saludables, proteínas y fibra. La fibra de las almendras ralentiza la absorción del azúcar de los alimentos, ayuda a controlar los niveles de azúcar en sangre y es adecuada para personas con diabetes.
Estas semillas son ricas en magnesio, un mineral involucrado en más de 300 procesos corporales, incluido el control del azúcar en sangre. La ingesta adecuada de magnesio se asocia con un riesgo reducido de diabetes tipo 2 y niveles estables de azúcar en sangre. El magnesio también está relacionado con la reducción de la resistencia a la insulina.
Contribuye a estabilizar la presión arterial.
La presión arterial alta es una de las principales causas de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. El magnesio de las almendras también puede ayudar a reducir la presión arterial.
Una dieta rica en alimentos ricos en magnesio contribuye a regular el ritmo cardíaco y relajar los músculos para una circulación sanguínea fluida. Los niveles bajos de magnesio pueden provocar enfermedades cardíacas, calambres y fatiga. Además, también apoyan muchos procesos del cuerpo, incluida la función muscular y nerviosa, el sistema inmunológico y la síntesis de proteínas.
Reducir los niveles de colesterol
El colesterol es una grasa que se encuentra en la sangre, un componente indispensable para crear las membranas celulares. El cuerpo necesita esta grasa para producir algunas hormonas, muchos procesos bioquímicos, la actividad cerebral, el sistema inmunológico… Hay dos tipos principales: el colesterol malo (LDL) y el colesterol bueno (HDL). Demasiado LDL en la sangre aumenta el riesgo de acumulación de colesterol en las paredes de las arterias que alimentan el corazón y el cerebro.
Las almendras contienen mucha grasa, antioxidantes, vitamina E, fibra y muchos otros nutrientes importantes. Todas estas sustancias ayudan a controlar los trastornos de los lípidos en sangre y a reducir el colesterol malo.
Perder peso
Los antioxidantes, las grasas, la fibra y las proteínas de las almendras ayudan al cuerpo a sentirse lleno por más tiempo. Comer almendras como refrigerio ayuda a reducir la ingesta de almidón y azúcar, promoviendo así el mantenimiento de un peso saludable. Estas semillas también son ricas en fibra, favorecen el control de calorías y mejoran la salud intestinal.
Un adulto puede comer entre 20 y 30 almendras al día. Comer frutos secos crudos o combinar muchos platos como leche de almendras, hornear, comer con leche, mezclar bebidas en polvo, licuar y cocinar con gachas… todo aporta beneficios.