En un mundo que creíamos en vías de reconstrucción, el silencio se vuelve ensordecedor. El personaje de Pitt, Tierry, advierte que el virus no solo ha sobrevivido, sino que ha cambiado. Sus advertencias, inicialmente desestimadas, se convierten en una amarga realidad cuando las zonas que antes estaban limpias ahora brillan en rojo, señal de un peligro inminente. Lo que se creía controlado es ahora un caos absoluto.