El protagonista, interpretado por Robert Pattinson, se encuentra en una encrucijada. En un momento de profunda tristeza, confiesa: “Vine a salvarla, pero ahora ella se ha ido”. Este lamento establece el tono sombrío del filme y plantea la pregunta central: ¿cómo detener a un hombre que lo ha perdido todo? Esta incertidumbre se intensifica con la afirmación de que “Gotham nunca volverá a ser la misma”, insinuando que los eventos que se desarrollan en la película tendrán consecuencias permanentes para los habitantes de la ciudad.