La escena comienza con Superman en una situación crítica, donde sus lesiones son alarmantes: 14 huesos fracturados y daños en varios órganos vitales. A pesar de la gravedad de su condición, Krypto se presenta como una figura de esperanza y lealtad, dispuesto a ayudar a su dueño. “No hay necesidad de agradecernos, ya que no tenemos conciencia”, explican los asistentes automatizados en la escena, enfatizando la naturaleza casi mágica de la recuperación que está a punto de suceder.