Una obra maestra sureña: la histórica finca de John Goodman en Nueva Orleans puede ser tuya por 5,5 millones de dólares.

Un tesoro atemporal en el corazón de Nueva Orleans

Enclavada en el encantador Garden District, donde la grandeza del pasado perdura en el aire como la melodía de una balada de jazz, se encuentra una casa de belleza y significado histórico inigualables. Esta impresionante propiedad, propiedad del aclamado actor John Goodman, ahora está disponible por $5,5 millones, lo que ofrece una oportunidad única de poseer un pedazo del alma de Nueva Orleans.

Con su arquitectura de estilo neogriego, sus altas columnas y sus balcones de hierro forjado, esta residencia es más que una casa: es una obra de arte, un santuario impregnado de elegancia sureña y un testimonio del encanto imperecedero de la ciudad. Cada detalle, desde las parpadeantes lámparas de gas hasta las intrincadas molduras de la corona, cuenta la historia de una época pasada, preservada con devoción y reverencia.

La Gran Entrada: Un Portal A La Elegancia

Al cruzar la imponente puerta de entrada, uno se ve envuelto inmediatamente en una atmósfera de gracia y sofisticación. La entrada, adornada con pisos de madera originales y techos altos, exuda una opulencia atemporal que invita a los visitantes a entrar. Los candelabros de cristal cuelgan como constelaciones luminosas, arrojando un cálido resplandor dorado sobre los interiores meticulosamente restaurados.

El gran vestíbulo se despliega en una serie de habitaciones majestuosas, cada una más magnífica que la anterior. La sala de estar formal, con sus amplios ventanales que van del suelo al techo, invita a la luz natural a danzar a través de los espejos dorados y los muebles antiguos. Una chimenea de mármol, con su repisa tallada con delicados motivos, sirve como la elegante pieza central de la habitación, un lugar donde se comparten historias y se crean recuerdos.

Una experiencia gastronómica digna de la realeza

El comedor, una oda a la clásica hospitalidad sureña, está diseñado para veladas de grandeza y convivencia. Una mesa de comedor de caoba se extiende bajo una resplandeciente lámpara de araña, ofreciendo un amplio espacio para cenas familiares íntimas o reuniones suntuosas. El papel pintado pintado a mano, que representa escenas de belleza pastoral, añade un aire de encanto aristocrático, que recuerda a los mejores salones europeos.

Junto a este majestuoso espacio se encuentra la cocina de un chef que combina a la perfección el encanto histórico con las comodidades modernas. Electrodomésticos de primera línea, gabinetes personalizados y encimeras de mármol crean un ambiente donde florece el arte culinario. Un rincón de desayuno contiguo, bañado por la luz de la mañana, ofrece un espacio sereno para saborear una taza de café con leche mientras contempla los exuberantes jardines que se encuentran más allá.

Un retiro privado de comodidad incomparable

Al subir la gran escalera, uno se transporta a las habitaciones privadas de la propiedad, un reino de tranquilidad y refinamiento. La suite principal, un verdadero santuario, cuenta con un lujoso baño privado con una bañera con patas, una ducha con mampara de cristal y tocadores dobles adornados con accesorios de latón vintage. Las puertas francesas se abren a una terraza privada, donde uno puede disfrutar de la suave brisa de Luisiana, envuelto por el aroma de las magnolias en flor.

Cada dormitorio adicional es una obra maestra del diseño, que rezuma comodidad y personalidad. Desde los marcos de cama de madera intrincadamente tallados hasta las lujosas cortinas de terciopelo, cada elemento ha sido seleccionado para evocar un ambiente de lujo atemporal. Las suites para invitados, igualmente opulentas, garantizan que cada visitante experimente el mismo nivel de grandeza y hospitalidad que define a esta extraordinaria casa.

Un oasis en el jardín: la sinfonía de la naturaleza

Más allá de los muros históricos de la casa se encuentra un paraíso verde: un jardín donde la naturaleza y el arte se entrelazan en perfecta armonía. Los robles antiguos brindan sombra, mientras que los jazmines y las camelias fragantes florecen en estallidos de color, pintando el paisaje con delicados matices. Un camino de piedra serpentea a través de los terrenos y conduce a un patio apartado donde una fuente burbujeante deleita los sentidos.

En el corazón de este santuario hay una pintoresca galería, con faroles a gas que proyectan un suave resplandor parpadeante sobre el entorno. Ya sea para celebrar una velada al atardecer o para disfrutar de una tranquila velada bajo las estrellas, este espacio al aire libre es una oda poética a la magia de las noches de Nueva Orleans.

El legado de la residencia de John Goodman

John Goodman, apreciado por sus valiosas contribuciones al cine y la televisión, ha llamado a esta finca su hogar durante décadas, abrazando su historia e infundiéndole calidez y personalidad. Las paredes de esta residencia han sido testigos de risas, creatividad y los tranquilos momentos de reflexión que definen una vida bien vivida.

Ahora que esta ilustre propiedad busca un nuevo administrador, representa una oportunidad incomparable para quienes aprecian el arte, el patrimonio y el espíritu irreemplazable de Nueva Orleans. Más que un hogar, esta finca es un testimonio viviente del pasado de la ciudad, un faro de la hospitalidad sureña y una obra maestra que espera ser apreciada por su próximo afortunado propietario.

Sea dueño de un pedazo del alma de Nueva Orleans

Por 5,5 millones de dólares, esta extraordinaria residencia puede ser suya: un santuario de elegancia, historia y belleza atemporal. Es más que una simple dirección; es una experiencia, una historia que espera continuar y un lugar donde se desarrollarán los momentos más exquisitos de la vida.

Para explorar esta rara oferta, programe una visita privada y adéntrese en el encantador mundo de la preciada propiedad de John Goodman. Déjese cautivar por su grandeza, su encanto y la magia inefable que hace de Nueva Orleans una ciudad sin igual.