A medida que el poder de la ira y la venganza se apodera de él, Clark Kent comienza a manifestar una versión más oscura de sí mismo. Su deseo de justicia se convierte en un ansia de castigo, y cada vez le resulta más difícil distinguir entre el bien y el mal. Las voces de sus enemigos caídos resuenan en su mente, alimentando su confusión y su sed de sangre.
Mientras tanto, sus amigos y aliados, incluidos Batman y Wonder Woman, se dan cuenta de que algo no va bien. Deciden tomar medidas para salvar a Superman de sí mismo, enfrentándose a la posibilidad de que su amigo se haya convertido en una amenaza. Batman, siempre el estratega, elabora un plan para acercarse a Clark y recordarle quién es realmente.