Más de 15 años después de que No es país para viejos dejara al público atormentado por su escalofriante retrato del destino y la violencia, han surgido especulaciones sobre una posible continuación de la obra maestra neooccidental de los hermanos Coen. Aunque no se ha anunciado nada oficialmente, las discusiones en los círculos de la industria sugieren que se puede estar preparando una secuela, que traerá de vuelta a los personajes supervivientes y al mismo tiempo presentará caras nuevas, en particular, la estrella de Elvis y Dune: Part Two, Austin Butler. La original No es país para viejos, basada en la novela de Cormac McCarthy, parecía un capítulo cerrado. Anton Chigurh (Javier Bardem) desapareció en lo desconocido, el sheriff Ed Tom Bell (Tommy Lee Jones) se retiró con una desilusión existencial y Llewelyn Moss (Josh Brolin) encontró un destino sombrío. Sin embargo, las fuentes insinúan que una secuela podría explorar las consecuencias persistentes del ataque de Chigurh y las vidas que dejó intactas, es decir, la del sheriff Bell y Carla Jean Moss (Kelly Macdonald), a quien se vio por última vez llorando el luto por su marido asesinado. Si el proyecto avanza, supuestamente se centraría en un nuevo conflicto que se desarrolla a lo largo de la frontera entre Texas y México, con los personajes que regresan arrastrados a otro tenso juego de moralidad, violencia y destino. Se rumorea que Austin Butler interpreta a un vagabundo con un pasado peligroso, que podría servir como un nuevo jugador en el mundo del crimen y la justicia que No es país para viejos describió tan despiadadamente.