La mansión palaciega “La Fin” del multimillonario inversor Jeff Greene en Bel Air se vende por 139 millones de dólares.

Jeff Greene, un destacado magnate inmobiliario y multimillonario, ha puesto a la venta su magnífica propiedad, conocida como “La Fin”, en Bel Air por 139 millones de dólares. Esta mansión palaciega personifica el lujo y la elegancia, y ofrece vistas impresionantes y comodidades incomparables. Con 12 espaciosas habitaciones, 17 baños y una superficie de más de 24.000 pies cuadrados, esta propiedad es un verdadero testimonio del éxito y el gusto refinado de Greene.

Brillantez arquitectónica

La finca está situada en un terreno de 2 acres y es una obra maestra de arquitectura moderna fusionada con elegancia clásica. La entrada cuenta con una entrada de vidrio de gran tamaño que conduce a una de las casas más opulentas del mundo. Una escalera de caracol rodea una impresionante lámpara de araña de 44 pies hecha con 55.000 cristales, que muestra el nivel de detalle y lujo en toda la casa.

Características de lujo

Grandes espacios habitables

La mansión cuenta con múltiples espacios habitables diseñados para combinar comodidad y sofisticación. El nivel principal cuenta con una barra de piedra personalizada que se conecta con la sala de estar formal con una enorme chimenea de piedra tallada a mano con celosías. Todos los muebles fueron hechos a medida para La Fin por la marca de lujo italiana La Contessina. Las puertas corredizas motorizadas Fleetwood se abren a la piscina de borde infinito con una pantalla LED de 23 pies que se eleva con solo tocar un botón y una sala de estar para 30 personas con fogata.

Instalaciones de última generación

El nivel inferior de la propiedad está diseñado para el entretenimiento y el lujo, y ofrece un área de entretenimiento de 6000 pies cuadrados con techos de 18 pies, un bar personalizado, instalaciones de catering de calidad comercial, una bodega de vinos con capacidad para 1050 botellas, un salón para fumadores de puros, una sala de degustación de vodka a temperatura sub-cero y un increíble elevador automático de exhibición de 6 autos. Las comodidades adicionales incluyen un gimnasio con un muro de escalada, un spa, una sala de vapor con Onyx retroiluminado, una sala de masajes y un cine insonorizado.

¿Y la característica más genial? Hay un ascensor para supercoches (sí). Esto significa que cuando el propietario conduce su coche de vuelta a casa, no solo lo estaciona, sino que lo conduce dentro de la casa y lo sube al ascensor giratorio.

Extravagancia al aire libre

Las áreas al aire libre son igualmente impresionantes, con una piscina infinita que se fusiona a la perfección con el horizonte, amplias terrazas, jardines bellamente diseñados y múltiples áreas para sentarse al aire libre. La terraza de la azotea ofrece espacio de entretenimiento adicional con asientos incorporados, una fogata, un televisor, un spa y vistas panorámicas.

Santuario privado

Una de las características más notables de la propiedad es su naturaleza aislada, que ofrece privacidad y tranquilidad incomparables. La mansión está rodeada de una exuberante vegetación, lo que proporciona un entorno sereno y tranquilo, lejos del ajetreo y el bullicio de la vida de la ciudad. Este santuario privado es el refugio perfecto para Jeff Greene, ya que ofrece una sensación de evasión y exclusividad.

Ubicación y comunidad

Bel Air es uno de los barrios más prestigiosos de Los Ángeles, conocido por sus lujosas propiedades y sus residentes de alto perfil. La comunidad ofrece servicios de primer nivel, como restaurantes elegantes, tiendas de lujo y atracciones culturales. Entre sus vecinos destacados se incluyen Jennifer López y Beyoncé, lo que aumenta el atractivo de este enclave de élite.

Conclusión

La mansión de Jeff Greene en Bel Air, valorada en 139 millones de dólares y conocida como “La Fin”, es un verdadero testimonio de su éxito y su gusto refinado. Con su brillantez arquitectónica, sus lujosas comodidades y su ubicación exclusiva, esta propiedad ofrece una visión del opulento estilo de vida de uno de los magnates inmobiliarios más influyentes del mundo. La mansión es un símbolo de lujo y sofisticación, y refleja el estatus de Greene como titán inmobiliario.